A partir de los 30 años la función barrera empieza a disminuir progresivamente, las células empiezan a ralentizar su intercambio de oxígeno. Como resultado, la piel cada vez tiene menos capacidad de retención del agua y va perdiendo elasticidad. Así hasta llegar a los 40 que es cuando los cambios en la piel empiezan a ser evidentes.
Ahora bien, cuando hablamos de una piel madura, no existe una correlación exacta con una edad determinada. Depende de diversos factores exógenos que inciden de forma constante en la piel como la exposición solar, los cambios climáticos y la pigmentación cutánea. También influye mucho cómo hayamos cuidado la piel a lo largo de nuestra vida. Por este motivo, algunas personas pueden tener la piel madura a los 35, otras a los 40 o incluso a los 50.
El factor de envejecimiento más importante es la exposición solar, responsable directo de las pieles prematuramente envejecidas, especialmente en personas de piel clara.
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¿CÓMO SABER SI MI PIEL ES MADURA?
Al margen de la edad, la piel madura es una piel dañada y con una gran necesidad de hidratación. Además, presenta una clara falta de vitalidad debida a múltiples factores que pueden ir desde la exposición solar sin las medidas adecuadas hasta dietas desequilibradas, pasando por malos hábitos como el consumo de tabaco o alcohol e incluso el estrés.
Una situación clave es la llegada de la premenopausia y la menopausia, donde la caída brutal de los niveles de estrógenos se traduce en importantes cambios en la piel, ya que influyen en su contenido de humedad.
CARACTERÍSTICAS DE LA PIEL MADURA
La piel madura presenta arrugas, manchas, pérdida de volumen, firmeza y luminosidad que se manifiestan por:
- Deshidratación general de la piel relacionada con una menor producción de sebo y ácido hialurónico.
- Arrugas marcadas y pérdida de tonicidad debido al disminución de la producción de colágeno y elastina que provocan una relajación de los tejidos.
- Manchas marrones debidas a fallos en la producción de melanina, situación que se agrava con los daños provocados por la exposición solar.
- Piel más fina y traslúcida al formarse un menor número de células epidérmicas y a que el tamaño celular también disminuye.
RUTINA COSMÉTICA PARA LA PIEL MADURA
Cuanto antes empieces a cuidar tu piel, más eficazmente combatirás el envejecimiento cutáneo. Te recomendamos que utilices preferentemente productos naturales que son más respetuosos con tu piel y su equilibrio.
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Limpieza y exfoliación:
Elige productos eficaces pero que no resequen ni agredan tu piel, ya de por sí sensibilizada. La exfoliación liberará tu piel de células muertas, de la suciedad y las impurezas de la contaminación. Además favorecerá la renovación celular.
Aplícalo mediante pequeños movimientos circulares, de esta forma activarás la circulación y tonificarás tu rostro y tu cuello.
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Hidratación:
Para combatir la sequedad cutánea tu piel necesita un auténtico tratamiento desde las capas más profundas de la piel.
Utilízalo mañana y noche en combinación con una crema a base de bakuchiol o retinol vegano. Este activo 100% natural mejora notablemente la elasticidad y la firmeza de la piel al estimular la producción de colágeno y elastina.
Además, aumenta la densidad de las fibras de colágeno disminuyendo las arrugas. Lo encontrarás en la Crema hidratante Multifunción de OhMyKoko. Una fórmula que asocia Bakuchiol o retinol vegano a activos de gran poder hidratante que además, ayudan a prevenir las manchas solares y a redefinir el óvalo facial.
- Cuidado del Contorno de ojos
El contorno de ojos es la zona más vulnerable del rostro. Necesitas un producto especialmente diseñado para satisfacer sus particulares necesidades. El serum contorno de ojos de OhMyKoko combina el poder antiedad del ácido hialurónico a activos de acción detoxificante y decongestionante para combatir eficazmente los signos de la edad, del fotoenvejecimiento y el cansancio.
Recuerda aplicarlo mediante toquecitos siguiendo el curso de la cuenca periocular.
NO OLVIDES...
Los factores más implicados en la aceleración del envejecimiento son:
- La exposición solar demasiado frecuente y sin las medidas adecuadas. Las consecuencias son nefastas para tu piel, ya que acelera la aparición de arrugas y manchas solares.
- El tabaco y el alcohol responsables directos de la oxidación de las células y el envejecimiento prematuro.
- Alimentación desequilibrada. Debes garantizar que en tu dieta diaria se encuentren las dosis necesarias de nutrientes y elementos vitales para contribuir a la correcta renovación celular de tu piel madura.
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