Nuestra piel en general, y la del rostro en particular, se está regenerando constantemente, y, para ello, unas células han de morir para que otras nuevas las reemplacen.
En dermatología, este proceso natural se denomina exfoliación y no es del todo perfecto porque existen ciertos factores que impiden que las células muertas se desprendan de forma natural. Así, por ejemplo, las partículas causadas por la polución y la suciedad, las toxinas, las impurezas y la grasa se van acumulando de forma que taponan los poros impidiendo que esas células muertas se desprendan y se eliminen por sí solas. El resultado es su acumulación en nuestra epidermis con consecuencias más o menos importantes, según los casos.
Y aquí es donde entra en acción la exfoliación artificial de la mano de los productos cosméticos. Una ayuda que nuestra piel necesita para liberarse de estas escamas de piel ya sin vida que, de no retirarse, afectarían al estado de nuestra piel como veremos a continuación.
POR QUÉ DEBES EXFOLIAR TU ROSTRO
Esta acumulación de células muertas que hemos explicado, hace que nuestro rostro luzca apagado, sin luminosidad, seco, además de que los poros se van obstruyendo al ir acumulando suciedad y bacterias.
Es un paso clave en la rutina cosmética si quieres mantener tu piel rejuvenecida y saludable.
Efectos de la exfoliación
- Elimina las células muertas de la piel
- Purifica y elimina toxinas
- Activa la circulación sanguínea
- Proporciona luminosidad
- Prepara tu piel y optimiza la absorción de los activos presentes en tus cosméticos
- Mejora la textura de la piel
- Desobstruye los poros
- Previene la inflamación y la formación de bolitas de grasa
TIPOS DE EXFOLIACIÓN
Existen dos tipos de exfoliación, la mecánica y la química.
EXFOLIACIÓN MECÁNICA
Se eliminan las células muertas mediante la abrasión, ya sea en forma de cosméticos que contienen granulitos pequeños o con algún dispositivo manual o eléctrico.
Existen procedimientos más complejos como la microdermoabrasión, realizada por profesionales en los centros de estética.
Deben de realizarse de forma muy espaciada, ya que son muy agresivos, pudiendo incluso alterar el manto lipídico y por consiguiente, el efecto barrera de nuestra piel.
EXFOLIACIÓN QUÍMICA
Es aquella en la que la retirada de las células muertas se realiza mediante ácidos o enzimas. Su mecanismo de acción se basa en la descomposición de los lípidos que actúan a modo de cola o pegamento, manteniendo adheridas entre sí estas células.
Esta exfoliación es mucho más suave y delicada con la piel, por lo que se puede utilizar diariamente en forma de geles limpiadores, tónicos, serum o incluso cremas.
Los ingredientes que puedes encontrar en este tipo de productos son:
- AHA (Álfahidroxiácidos). Comprenden el ácido glicólico, el láctico y el málico, tartárico y cítrico, todos ellos hidrosolubles y tienen una excelente penetración en la piel. Entre sus muchas propiedades, además son hidratantes.
- BHA (Ácidos Betahidróxidos), como el ácido salicílico que debe utilizarse adecuadamente, ya que puede producir resequedad y dificultar la renovación celular. En las pieles sensibles, puede producir descamación. Al ser liposolubles, penetran en la piel a través de los folículos sebáceos.
- PHA (Polihidroxiácidos). Entre ellos están la gluconolactona, procedente de la glucosa del maíz, y el ácido lactobiónico, el más común, procedente de la oxidación de la lactosa. Tiene un peso molecular más grande que los AHA´s, por eso, penetra menos y tiene un potencial exfoliante menor. Además, la piel tiende a acostumbrarse a este producto.
LIMPIADOR FACIAL RENOVADOR EXFOLIANTE
Con 5 Alfahidroxiácidos frutales (AHA) que aportan la acción exfoliante suave y respetuosa con el equilibrio de la piel, favoreciendo la renovación y la regeneración natural.
Además, cada uno de estos ácidos aporta características específicas que actúan de forma sinérgica:
- ácido glicólico (caña de azúcar). Su poco peso molecular le permite penetrar en las capas más profundas. Promueve la síntesis de colágeno y hialuronato.
- ácido láctico (arándanos). Excelente agente hidratante y humectante. Propiedades antienvejecimiento.
- ácido tartárico y málico (azúcar de arce). Mejoran la elasticidad y el tono de la piel.
- ácido cítrico (naranja y limón). Estimula la síntesis de colágeno.
Optimizan la receptividad de la piel haciendo que el resto de los activos se absorban mejor y actúen más eficazmente.
Además, este gel contiene extracto de semillas de avena, un potente cóctel de activos de efecto calmante, hidratante y reparador.
Recomendado en todos los tipos de piel.
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