La piel se vuelve seca cuando no produce la suficiente cantidad de sebo, poniéndola en una situación de debilidad frente a los factores externos. Descubre qué no hacer y qué hacer en tu día a día para combatir la sequedad de tu piel.

El sebo forma una película hidrolípidica natural de la piel que la protege del sol, la contaminación, las bacterias, el viento y por supuesto, para que mantenga un nivel óptimo de humedad.

Perder esta barrera de la piel hace que se vuelva más sensible y mucho más vulnerable a los ataques de los radicales libres y por ello, al envejecimiento prematuro. Este es el motivo por el que una piel seca suele tener un proceso de envejecimiento más rápido, presentando más arrugas y manchas.

Son numerosos los factores que pueden provocar esta carencia. Desde la alimentación, hasta el cansancio, pasando por el estrés, un desarreglo hormonal, el propio envejecimiento, por supuesto, la menopausia, el consumo de agua calcárea, la calefacción…

La piel seca puede ser una preocupación común, especialmente en climas fríos o con baja humedad. La temperatura corporal juega un papel crucial en este fenómeno, ya que entornos fríos y la exposición al viento pueden despojar a la piel de sus aceites naturales, contribuyendo a la sequedad.

Mantenerse bien hidratado es esencial, y no solo se trata de aplicar cremas hidratantes externas. Beber suficiente cantidad de agua también es fundamental para combatir la piel seca desde adentro y tener una piel suave y saludable.

La recomendación general para un adulto es consumir al menos 8 vasos de agua al día, lo que equivale a aproximadamente 2 litros.

Además, es crucial proteger la piel sensible de los cambios bruscos de temperatura y mantener un equilibrio adecuado de humedad para evitar que los vasos sanguíneos se dilaten, lo que puede contribuir a la irritación cutánea.

Incorporar hábitos que aborden tanto la hidratación interna como la externa es esencial para mantener una piel suave y resistente.

¿CÓMO SABER SI TIENES LA PIEL SECA O DESHIDRATADA?

La diferencia entre piel seca y piel deshidratada está en los aspectos específicos de su condición.

La piel seca generalmente se refiere a una falta de lípidos o aceites naturales, lo que afecta la función barrera de la piel y la capacidad de retener la humedad. La piel deshidratada implica una falta de agua en las capas superficiales de la piel, lo que conduce a una pérdida temporal de hidratación.

Ambas condiciones tienen síntomas similares, como tirantez y descamación. El cuidado de la piel en ambos casos requiere la aplicación de productos hidratantes para restaurar la humedad y fortalecer la función barrera, promoviendo así una piel sana y equilibrada.

TRES FACTORES QUE DEBES EVITAR

Para el correcto cuidado de tu tipo de piel debes tener en cuenta algunos consejos en tu estilo de vida.

1 - UTILIZAR EL AGUA DEMASIADO CALIENTE

El agua demasiado caliente ejerce un efecto vasodilatador. Al dilatarse los capilares, se produce una mayor pérdida de agua a través de la piel, favoreciendo la sequedad cutánea.

Opta por un limpiador suave para evitar la eliminación excesiva de los aceites naturales de la piel.

2 - NO TE FROTES CON LA TOALLA

Evita frotar tu piel con la toalla si no quieres dañar las fibras elásticas y que se quede flácida.

Sécala mediante suaves toquecitos, idealmente en el sentido de las agujas del reloj y de forma ascendente. De esta manera activarás la circulación y con ello evitarás la inflamación y la irritación.

3 - EVITA EL ALCOHOL Y LA CAFEÍNA

Tanto la cafeína como el alcohol son diuréticos que estimulan la eliminación de líquido del organismo dejando la piel deshidratada y sin luz.

El alcohol además, afecta negativamente al hígado, disminuye la inmunidad, altera los valores hormonales, altera el equilibrio de la insulina y produce daños celulares. El resultado es un alto impacto en la piel y un envejecimiento precoz.

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El Serum ultrahidratante de OhMyKoko es toda una revelación para las pieles secas. Este producto natural contiene una sabia combinación de principios activos naturales y veganos que consigue que la piel reencuentre su la hidratación y bienestar perdidos.

Entre sus ingredientes se encuentran probióticos y prebióticos que actúan en el microbioma cutáneo reforzando hasta 190% su protección frente a los agentes externos.

Su asociación con ácido hialurónico de diferentes pesos moleculares, le permite actuar en las diferentes capas de la piel, realizando un auténtico tratamiento. 

Estos principios activos lo convierten en un producto específico para la piel seca y deshidratada.

Truco: para explotar al máximo sus propiedades y beneficios, utilízalo en tus rutinas diarias con la piel un poco húmeda, después de la limpieza.

Combínalo en tu rutina de cuidado facial con The Cream, una crema muy nutritiva que tiene como principios activos ceramidas, péptidos y aceite de aguacate para nutrir en profundidad la piel seca, otorgándole bienestar.

Su rica fórmula está ideada para aportar a tu cutis un nivel adecuado de lípidos y un extra de nutrición. Repara el efecto barrera  y la hidratación de tu piel del rostro, combate la tirantez, el tono apagado, la aspereza al tacto e incluso la descamación y las rojeces.

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