Elegir cosmética natural vegana es optar por una alternativa más consciente y sostenible para el cuidado personal.
La cosmética natural utiliza ingredientes derivados de fuentes naturales, evitando productos químicos sintéticos y conservantes potencialmente dañinos. Además, la cosmética vegana no utiliza ingredientes de origen animal ni se prueba en ellos, apoyando al máximo el bienestar animal.
El arte de la cosmética tiene al menos 10.000 años. Eso es lo que nos dicen los hallazgos arqueológicos.
A lo largo de las civilizaciones, la cosmética ha ido avanzando en respuesta al eterno deseo humano de mantener, embellecer la piel y vencer al paso del tiempo.
Todos sabemos lo importante que era ya para los egipcios el cuidado de la piel. En especial tenían un gran dominio del maquillaje de ojos, cuyos variados colores conseguían mezclando diferentes polvos de origen vegetal o mineral.
También sabían que debían utilizar grasas, leche, miel, ceras o resinas en diferentes concentraciones para conseguir variadas texturas según la finalidad del cosmético (polvos, kôhl, loción, crema, pomada…)
Así siguió acompañando a las distintas civilizaciones en su estado digamos, incipiente, hasta llegar al siglo XVIII, cuando la industria de la perfumería dio un gran salto en Europa.
Y ya fue en el siglo XX cuando la ciencia y la cosmética se unieron para dar paso a la cosmetología.
En este momento, la cosmética industrial se vio impulsada por la integración de sistemas de control industrial y distribuido que transformaron los procesos de fabricación al ofrecer una mayor eficiencia, precisión y capacidad de adaptación a las necesidades del mercado.
En la actualidad, estos avances tecnológicos continúan siendo fundamentales para la innovación y el crecimiento dentro de la industria cosmética.
Los avances tecnológicos e industriales son muy importantes también para la cosmética natural, ya que permite identificar nuevos ingredientes naturales y fórmulas más eficaces para el cuidado natural de la piel.
Química moderna, aparecen las red flags
La evolución de la química moderna va de la mano de la cosmética, creándose gran cantidad de sustancias de síntesis para mejorar las propiedades, la conservación y la textura de los cosméticos.
Muchas veces se han utilizado productos químicos muy peligrosos para la piel y la salud, que afortunadamente se han retirado del mercado. Y aunque, en la actualidad existe un gran control en la industria cosmética, a día de hoy en la cosmética convencional se siguen utilizando ingredientes cuyos efectos adversos están más que demostrados.
En este blog, te ayudaremos a desvelar los diferentes tipos de ingredientes utilizados en la industria. Algunos deberías evitarlos si no quieres cruzar líneas rojas, y elegir los que son seguros para tu piel y tu salud.
Muchos casos de sensibilidad cutánea o irritación de la piel, se deben al uso de cosméticos que incluyen ingredientes químicos que perjudican la barrera cutánea. |
Tipo de ingredientes cosméticos
En la industria cosmética intervienen muchas disciplinas. La más importante es la química, pero también lo hacen la biología, la farmacia e incluso la medicina. Todas ellas se interrelacionan con el fin de buscar, según el tipo de piel, los mejores productos cosméticos para la belleza de la piel y la prevención de los signos del envejecimiento.
Según su origen, los ingredientes se pueden clasificar en: animal, mineral y vegetal.
ORIGEN ANIMAL
Los ingredientes que se han utilizado tradicionalmente son la lanolina de la lana de las ovejas, la miel, la leche, especialmente de burra y yegua o la cera de abejas. En cosmética convencional están todos permitidos y son fáciles de detectar en el listado de ingredientes.
Dentro de esta categoría se encuentran los aceites (de caracol, tortuga, pescado, visón, éste último muy utilizado por sus propiedades antiarrugas). Sin embargo, hay muchísimos otros que quedan ocultos a los ojos del consumidor.
Casi la mayor parte proceden de residuos de la industria cárnica (pelos, plumas, crestas de gallo, ojos de los peces, huesos, grasa, cartílagos, tejido conectivo). De ellos se extraen colágeno, ácido hialurónico, glicerina, ácidos grasos, ciertos alcoholes, retinol, biotina, elastina, keratina, urea y cualquier ingrediente que pueda derivar de una sustancia grasa.
Los ingredientes que se obtienen de materias grasas se cuentan a centenares, pero en el listado de ingredientes no se puede saber si es de origen animal o vegetal, ya que en la nomenclatura internacional INCI esto es indiferente y se llaman igual.
ORIGEN MINERAL
En este caso podemos diferenciar entre ingredientes de potencial tóxico y los que son inocuos y aptos para su uso en cosmética natural.
Potencial tóxico (origen petróleo)
- Aceites minerales, muy utilizados por ser muchísimo más baratos que que un aceite vegetal.
- Siliconas
- PEG
- Parabenos
- Fenoxietanol
Inocuos y aptos en cosmética natural
- Arcilla
- Sal
- Alumbre
- Zinc
- Titanio
Los minerales no atraviesan la barrera de la piel siempre que no estén en forma de nanopartículas. Por este motivo, la ley obliga a poner “(nano)” al lado del compuesto.
ORIGEN VEGETAL
Los grandes avances en química botánica hacen posible sacar el máximo provecho de los diferentes activos vegetales y que cada vez dispongamos de activos más novedosos e innovadores.
En esta categoría están:
- los aceites vegetales, extraídos principalmente de frutos secos y plantas.
- los aceites esenciales, procedentes de las flores, hojas, tallos, corteza, raíces o semillas de diversas plantas.
- los hidrolatos o aguas florales, subproductos del proceso de destilación al vapor utilizado para producir aceites esenciales.
- las algas
- las ceras
- las mantecas
- los extractos naturales de plantas...
Aceites vegetales, miel, arcillas, leche... Los antiguos utilizaban gran variedad de ingredientes naturales como remedios cosméticos para la piel del rostro, ya fuera para la limpieza facial, combatir la piel seca o combatir los signos de la edad como las líneas de expresión.
¿Sabías que en la cosmética convencional...? El Ácido estearílico se obtiene a partir del esperma de ballena, un aceite presente en el cráneo del cachalote y en las grasas vascularizadas de todas las ballenas. Está presente en una gran cantidad de cosméticos. El Ácido hialurónico procede de las crestas de los gallos o los ojos de los peces. El Carmín o ácido carmínico se obtiene de las cochinillas, parásitos de plantas. |
Cosmética natural, garantía de belleza saludable
En un mundo donde la preocupación por la salud y el bienestar se encuentra en constante crecimiento, el paso a la cosmética natural se presenta como la elección más sabia y consciente.
Optar por la cosmética natural significa elegir productos elaborados con ingredientes naturales y orgánicos, libres de aditivos nocivos y respetuosos con nuestro cuerpo y con el medio ambiente.
Es un paso hacia una belleza más saludable y sostenible, donde la prioridad es cuidar la piel de la manera más natural posible.
Los procesos industriales de la cosmética natural se enfocan en la utilización de ingredientes naturales y orgánicos, así como en métodos de procesamiento suaves y respetuosos con el medio ambiente.
Cada producto OhMyKoko es concebido como un gesto de activismo hacia tu piel. Ofrecemos auténticas bombas de activos naturales y éticas que respetan y mejoran la salud de tu piel.
Detrás de cada uno de ellos, hay un gran esfuerzo por ser una voz activa contra los estándares poco saludables de la cosmética convencional, brindando a tu piel no solo productos de alta calidad, sino también un compromiso genuino con su bienestar.
Cada elección de ingredientes, cada paso en su creación es parte de un activismo dedicado a transformar tu piel.
Además, los cosméticos OhMyKoko están libres de ingredientes de origen animal y sus derivados, por lo que tiene un impacto positivo en el planeta: máximo respeto por su preservación, el medio ambiente y el ecosistema animal.
No solo nos preocupamos de embellecer tu piel, su salud nos importa y mucho.
Sólo encontrarás activos botánicos innovadores e ingredientes naturales, con la garantía de estar testados en las pieles más sensibles.
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